Contigüitat quotidiana
Contigüidad cotidiana es una pieza que hace referencia directa a una de las coreografías cotidianas que tienen lugar en el espacio público, el del recorrido, del desplazamiento, de la interacción anónima y desinteresada de las personas que a diario utilizan el transporte público para construir el trayecto personal sobre la piel de la ciudad. Es el espacio público del trayecto que realizan los viajeros de autobús.
La sombra es un recurso visual y temático que caracteriza algunas de las obras de Gemma Nogueroles. En anteriores ocasiones habían sido las sombras de objetos, artefactos utilizados por el hombre de los que hablaba a través del efecto de la luz, objetos dotados de una carga metafórica a través de la selección que se hacía. En este caso se va un paso más allá y se consigue una complejidad más concreta. Las sombras son las de cualquier persona a través de la interacción que se produce en el interior del autobús, a través de la casualidad del trayecto en el recorrido sobre el territorio urbano y a través de la luz que se filtra por las ventanas del autobús, lo que, en su conjunto, evidencia que se trata de una situación real y concreta, tan real y concreta que es al mismo tiempo generalizable y, por tanto, anónima.
Es una imagen que, a pesar de carecer de sonidos, nos evoca la multitud de conversaciones que, de forma involuntaria, nos hace participar a cada uno de nosotros en el momento en que podemos convertirnos en cuerpos proyectantes de la sombra que aquí se representa.
Es una pieza de representación, no de interacción con el espacio público.
En otro momento y con una propuesta que llevaba por título Otros sonidos, Gemma Nogueroles había presentado una transformación del espacio a través de los sonidos que se generan en determinados espacios públicos, en concreto dentro de la convocatoria Art Públic Calaf. Creo que los dos proyectos se complementan en el sentido de que comparten un interés en el ámbito de la interacción humana en lugares públicos; en el caso de Contigüidad cotidiana, mediante la representación y, en el de Otros sonidos, a través de la intervención y la transformación del sonido.
Esta obra evidencia el deambular peripatético y el ir a la deriva de las multitudes urbanas, en el sentido en el que los desarrolla el antropólogo Manuel Delgado en su libro El animal público.
Es también una pieza que nace del interés por representar situaciones que genera la ciudad contemporánea, y en ese sentido abre una vía de trabajo consecuente con esas investigaciones estéticas que Gemma Nogueroles ha ido construyendo con su obra. Para conocer más a fondo intereses en los que formula su discurso artístico puede ser interesante consultar la conversación con Jorge Luis Marzo que se publica en la página web www.humano.ya/gemmano.
Ramon Parramon