La imagen proviene del interior de una fábrica de pantallas led en Shanghái, China
La imagen proviene del interior de una fábrica de pantallas LED en Shanghái (China). Muestra el interior de un almacén donde los productos se acaban de manufacturar y empaquetar. Al fondo hay una pared con tres grandes ventanas de diferentes tamaños. Una cortina cubre una de las ventanas, las persianas están parcialmente bajadas. Fuera es de noche. En el centro de la imagen encontramos una pantalla LED encendida de grandes dimensiones. Está colocada en posición horizontal, descansa sobre una mesa. No proyecta ninguna imagen; su superficie es blanca, se intuye el dibujo de una cuadrícula. La pantalla está rodeada de mesas de gran formato sobre las que descansan papeles y cajas de diferentes tamaños. Dentro de algunas de las cajas, las hojas transparentes de plástico parecen asomarse. Cerca de la pantalla hay una mujer joven. De pie, mira fijamente hacia la cámara fotográfica a través de unas gafas gruesas. La pantalla ilumina su cara y parcialmente su cuerpo, semioculto tras la mesa. Lleva una chaqueta de deporte verde con hombreras oscuras. Una de sus manos toca la pantalla, y la otra, su vientre.
La investigación se desarrolló a partir de la plataforma virtual de comercio electrónico Alibaba e indagó en las lógicas de comunicación que de ella se desprenden. Se trataba de analizar el intercambio de información mediado por algoritmos que pretenden determinar todo tipo de interacción y, por lo tanto, todo tipo de afectos. Una investigación exhaustiva que comenzó con tanteos e intercambios con Sunny Zhu, agente comercial de una empresa tecnológica en Shanghái, y su avatar digital. En cierto modo, ellos encarnaban el control que los medios ejercen sobre la realidad, decidiendo a qué tipo de información y a qué tipo de imágenes podemos tener acceso. El encuentro casi fortuito con una enigmática y desgarradora imagen fue el catalizador del conjunto escultórico, que propone indagar en las lógicas de los afectos y de la memoria que, en cierto modo, sobreviven a la aridez de las imágenes contemporáneas.
Julia Varela (Madrid, 1986) ha formado parte del programa de investigación “Critical Images” en The Royal Institute of Art (Estocolmo). Es licenciada en Bellas Artes y Master of Arts (Sculpture) por el Royal College of Art (Londres). Sus últimas exposiciones han tenido lugar en el Centre Cívic Can Felipa (Barcelona), la Galería Joan Prats (Barcelona), el Centro de Cultura Contemporánea Condeduque (Madrid), la Fundació Suñol (Barcelona), la Somerset House (Londres), el Centro Cultural de Belgrado BCC (Belgrado), la Galería Litost (Praga), Decad (Berlín), la Galería Yamakiwa (Japón), el Museum of Contemporary Art KIASMA (Helsinki), la Galleri Mejan (Estocolmo), Resartis (Melbourne), La Casa Encendida (Madrid), el Kunstverein am Rosa-Luxemburg-Platz (Berlín) y la Galería CUL DE SAC (Londres). Su investigación ha sido apoyada por la Generalitat de Catalunya, el Ministerio de Cultura de España, el Chelsea Arts Club Trust de Londres, la Fundación MonteMadrid y el Museum of Contemporary Art KIASMA de Helsinki, entre otros. En el ámbito de la educación artística ha realizado un máster en la Universidad de Barcelona y ha colaborado con diversos centros.