Indisciplines

Gemma Nogueroles, Subsòl, 1996

Indisciplines

Nano Valdés Caballero, Tierra, hombre, 1995

Indisciplines

Montserrat Soler Gambús, Jo i la gent que m'envolta, 1996

Indisciplines

Iñaki Granell Jubany, Caràtula de CD Something, 1996

Indisciplines

Michaela Rusch, Sense Títol, 1996

Escola Massana

Indisciplines

Del 30 de mayo al 27 de junio de 1996. Escola Massana

APM: Como decíamos antes, esta es una exposición inevitablemente difícil. Especialmente difícil por los comisarios que nos tenemos que enfrentar a una globalidad heterogénea, rarísima como conjunto. Piensas que el trabajo del comisario será la de dejarse llevar por el agradable seducción de un panorama estético resplandeciente y absolutamente coherente, en el que tu criterio supremo matizará con sutileza algunas cuestiones abiertas y, de repente, es como si alguien te estuviera invitando a entrar; una vez has atravesado la puerta y te cruces dentro, en realidad está fuera y llueve: la lluvia es el trabajo entusiasmado de los alumnos. El trabajo es vasto, diverso y sorprendente. Nos cae a ráfagas, como un rociado, de forma suave o feroz. Lo primero que hacemos es buscar rápidamente cobijo, y cobijo es taxonomía (perdonadme los excesos metafóricos). Y claro, no partimos de cero, la Escuela Massana ya tiene unos cajones hechos: Joyería, Grabado, Diseño gráfico, Escultura, etc. Pero esta clasificación enseguida nos resulta decepcionante y poco interesante. Además, hay varios talleres << entre disciplinas >> que mezclan técnicas y procesos, y hay estudiantes empeñados en saltarse los límites de lo que se supone que están estudiando ...

Estamos de acuerdo en que tenemos que inventar una clasificación más sugerente que permita leer el mundo de estos trabajos de una manera más arriesgada. Quizás una clasificación como la de los animales que popularizó Foucault, que cita a Jorge Luis Borges, que, a su vez, la atribuye a una enciclopedia china que un cierto Doctor Kuhn habría tenido en sus manos (citación que podemos ahorrar al lector) . Esta clasificación podría convertirse en algo así:

1. Trabajos de estudiantes que trabajan en equipo.
2. trabajos incompletos
3. Trabajos de alumnos de cerámica que no usan materiales cerámicos.
4. Otros trabajos.
5. Ejercicios que se nota que son obra de diseñadores.
6. Trabajos hechos después de 1950.
7. Trabajos de encargo.


ABV: Bueno, a mí me parece que el reto es que la exposición proponga una aproximación a los trabajos que sea capaz de activar varios estratos de significación en cada uno de los objetos. Aunque la mayoría de objetos que presentamos no están hechos sólo para ser contemplados sino sobre todo para ser utilizados y consumidos y, por tanto, serán estudiados desde criterios de economía de producción, de funcionalidad y quizás en algún momento (tanto de bueno pronto) desde criterios ecológicos, todos tienen otras posibilidades de relación con nosotros. Sobre todo, ahora que todavía no forman del todo parte del sistema de consumo, que viven en una especie de estado pre-natal, en un laboratorio de pruebas ...

Sería interesante que el espectador pudiera establecer intercambios variados, como lo hemos hecho nosotros mientras los seleccionábamos. Me gustaría que el espectador encontrara este registro de comunicación a través del cual es posible conversar con el objeto sin necesidad de conocer a fondo sus códigos de lenguaje ni con la intención de apreciarlo desde un punto de vista meramente estético. Proponer un intercambio con el objeto que revele cómo actúa de forma simbólica y también como vehicula contenidos políticos, esto es, mostrar para que revele los diferentes roles que puede jugar cuando funciona dentro del complejo sistema cultural. Al fin y al cabo nos encontramos con un montón de objetos que quieren llenar nuestros espacios, algunos incluso modelarlos (las maquetas de diseño de interiores), e intervendrán, pues, de forma determinante en nuestras relaciones con el entorno y con los demás.

RAB: Sí, como decíais, para mí también es difícil comisariar una exposición como aqueta en la que partimos de trabajos hechos en la Escuela pero no queremos que sea la exposición de fin de curso que ilustra los diferentes programas de cada una de las especialidades. Nos hemos encontrado con muchas sorpresas. Que las sorpresas sean, pues, el hilo conductor! Podemos proponer una agrupación que no responda a técnicas ni a procesos de trabajo de las diferentes especialidades. De hecho, muchos trabajos rebasan su misma especialidad y también el curso de los estudiantes ya que, cuando veíamos las obras << in situ >> en los talleres, en ningún momento nos interesamos por este dato. En cambio, una de las cosas que más nos ha sorprendido es esta capacidad que tienen algunos trabajos de proponer una manera diferente de ver el mundo, más allá del valor académico de los ejercicios. Por otra parte, hemos podido constatar en un gran número de trabajos unas referencias que se repetían: por ejemplo, la preocupación por investigar la propia identidad del autor / a, el interés por la introspección, la tensión entre el mundo interior y por fuera, el << yo >> y lo << otro >>, y también una fuerte dicotomía entre mundo rural y mundo urbano.

ABV: Sí, pero aparte de lo que cada trabajo puede dar por sí mismo, lo que me preocupa es cómo mostrarlo formando parte de un conjunto y como en este mostrarlo podemos ofrecer una interpretación sobre algunos aspectos de nuestra cultura .

RAB: Quizá esta exposición los alumnos podría ser como un ensayo general, un rito de paso, de iniciación? Quizás nosotros tres también debemos ser indisciplinados como lo son la mayoría de alumnos y profesores / as de esta Escuela. Indisciplinados en el sentido de conocer bien la disciplina para luego transgredirla de una manera creativa.

APM: La voluntad de saltarse los límites de una disciplina determinada quizás es algo que caracteriza una de las maneras de hacer el arte de la segunda mitad del siglo XX. Quizá dentro de un tiempo esto será visto como un componente estilístico más, del mismo modo que ahora ya ha habido toda una línea crítica que ha querido analizar la obra de las primeras vanguardias (sobre todo en el campo del diseño) en un punto de vista estrictamente formal y no desde planteamientos éticos, sociales o racionales, que parecían estar en el origen de los movimientos modernos. Quizás alguien de aquí a cien años -si tuviéramos la suerte que entretuviera a hojear este catálogo- encontraría esta exposición tanto coherente como una exposición de la Werkbund, y tanto obvia como un manifiesto, pero ahora ...

ABV: Yo no he observado en la mayoría de trabajos esta dirección interdisciplinaria de estas últimas décadas ni la necesidad de sentirse debatir en las incertidumbres y ansiedad de la época. Excepto en algunas opciones, como las propuestas de joyería, donde en el planteamiento de algunos ornamentos personales había una clara conciencia del momento que vivimos, una cierta intencionalidad de recuperar una dimensión espiritual y profunda de la cultura perdida en medio de tanta masturbación formal sin sentido, herencia de aquella cara de la modernidad de la que hablabas, Antoni.

APM: Sí, a mí me inquieta profundamente la necesidad de coherencia. Estoy (mal) acostumbrado al discurso formal apoyado en una base teórica o, al menos, en una línea argumental. Me gustaría que esta exposición fuera clara como un Jackson Pollock o como un Gerrit Rietveld, o como un Ezio Manzini. Pero encontrar algo esto en la producción de la Escuela es absolutamente imposible. Una escuela es una escuela y, contrariamente a lo que el nombre escuela parece querer decir, yo no sé encontrar escuela ninguna parte. Un estudiante, tal vez ni se lo cuestionaría todo esto. (Por cierto, uno de los aspectos que más me fascina del Bauhaus no es tanto su postura vanguardista sino al su coherencia interna a nivel figurativo. Es esto atribuible a un neoplasticista? No me lo llego a creer).

ABV: En artes visuales pasa lo mismo porque, claro, hoy no podemos hablar de tendencias desde el punto de vista de un lenguaje coherente compartido pero creo que podemos hablar de unas preocupaciones comunes que tienen mucho que ver con el fracaso de un maltrecho proyecto moderno. Entre otras cosas, vivimos la crisis de la sociedad del bienestar, el momento de inflexión en la << sostenibilidad >> del planeta, una nueva utopía técnico-científica que somos ya más escépticos de creer, y una nueva crisis de los lenguajes, esta vez de los tradicionales y los modernos, incapacitados ambos para reaccionar en contra de la homogeneización y la reducción de la realidad personal, social y cultural. Es por ello que la coincidencia de muchos trabajos que hemos visto a reivindicar la experiencia personal, sensorial, intuitiva y directa de las cosas más que un refugio adolescente me parece un revulsivo interesante y un síntoma de época. Quizás, sin embargo, nos podríamos pedir todos juntos un poco más sobre esto ...

APM: Bueno, los estudiantes, como decía, viven esta realidad de la época y lo que quieren es moverse en el mundo en las direcciones más diversas. Hay una película de los Hermanos Coen que se llama Arizona Baby en el que Nicolas Cage, un ratero de poca monta casado con una agente de policía, ante la imposibilidad de tener descendencia decide robar un niño, uno de cinco gemelos. Cuando abre la cuna quíntuple para hacer la fechoría, los bebés comienzan a escaparse su direcciones aleatorias. Cuando consigue atrapar uno, los otros ya han gateado hasta el recibidor de la casa o más lejos ... Esta secuencia de steadycam es difícil de explicar pero es exactamente la imagen que me viene a la mente cuando pienso en esta exposición.

RAB y ABV: Ha, ha, ha cuál indisciplina!

Rosa Amorós Bernadó

Assumpta Bassas Vila

Antoni Pérez Mañosas