Sinapsis

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Esther Pi, Oceània

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Carles Piera, Ver para leer

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Paula Arias, En la memòria

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Carles Piera, Ver para leer

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Anselm Solsona, Mr. Punch: Just a good boy

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Noemí Vilaró, MORaj

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Nelly Van Oost, Petit chemin - Bifurcación N3 - La cadena

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Selva Aparicio, Transformaciones

Escola Massana

Sinapsis

Del 15 de diciembre de 2010 al 23 de enero de 2011. Exposición colectiva. escuela Massana

BIENVENIDOS A SINAPSIS

Sinapsis nos muestra un espacio de experimentación y de riesgo. El error, el fallo, la imperfección tienen su lugar. Este punto de tensión es sumamente útil. Lo inacabado y lo que está en construcción implica la continuidad de un proceso.

Los proyectos reunidos muestran una panorámica de la Escola Massana, proyectos que se salen del enunciado académico. Redes relacionales , el cuerpo humano, la memoria, el espacio, el lugar, la escala, la iconografía. Todos temas abordados infinitas veces, resueltos aquí por artistas, ilustradores, diseñadores, joyeros que sólo ahora inician su tarea.

Sinapsis comienza con una pieza que homenajea la transmisión de conocimiento de mujer a mujer. Jacinta la pastora le enseña a Paula Arias cómo tejer con cinco agujas. A partir de este momento, se inicia un proyecto, que a través de ese conocimiento, embarca en la creación de una pieza de aspiraciones escultóricas. En la memoria de Paula Arias está inacabada. La memoria y el conocimiento son conceptos construidos.

En la memoria trata la forma femenina utilizando una técnica asociada con la femineidad. Mr. Punch por otro lado, el protagonista del cómic de Anselm Solsona, representa una masculinidad obsoleta, la de finales de los ‘70 y comienzos de los ‘80. La elegancia del monsieur, la imagen del hombre sofisticado de los sesenta y principios de los setenta es reemplazado con las frases monosilábicas de engendros hormonales, tanques de testosterona con apetito para la destrucción.

En 1.345 dies de Alán Carrasco, nos encontramos con una obra de arte relacional, un autorretrato basado en la interacción con los demás. Los 16 metros de latas de pintura son una medida del tiempo que pasó Alán en la Escola Massana, y a su vez nos ofrecen varias lecturas acerca de las relaciones humanas, el tiempo y la construcción del yo.

La Cadena de Nelly Van Oost es un circuito cerrado. Las relaciones establecidas a partir del proyecto son el proyecto en sí y se materializan en la pieza final. Es una pieza de arte relacional en el cual el resultado es determinado por la aportación de los demás. 1.345 dies escoge claramente a las personas que forman parte del proyecto. En ambos casos, la repetición es un recurso que desemboca en dos discursos sumamente diferentes. En 1.345 dies la serialización contrasta con el color que se esconde en el interior de cada lata, y en La Cadena, cada elemento es distinto, pero en su totalidad crea un continuo.

Una obra metarreal de Robert Romeu Lleixá utiliza la repetición en una especie de tesis anti-pictórica. El contenido y la representación están en segundo plano. Tenemos una habitación, y el pintor pintado. Los catorce cuadros se aproximan a los fotogramas de una película pero en una temporalidad dilatada. En lugar de las décimas de segundo de Muybridge, son los días y horas que se dedicaron a una actividad repetitiva en un lugar concreto. La escala reducida también resalta la serie: lo que importa es el conjunto, no cada cuadro individual, lo que importa es el hecho de haberlas pintado todas.

En Lo irrelevante de la distancia de Gabriela Mínguez, la acción sólo tiene trascendencia por haberla realizado. La primera generación de intercambios inter-europeos, el libre tránsito entre países, ciudades y escuelas. Un viaje a otro país con una historia turbulenta llena de diásporas e invasiones. Gabriela Mínguez se encuentra con el mismo sofá en Budapest que tiene en Barcelona. Un objeto común se convierte en el símbolo de homogenización entendido como la supresión de la distancia. Gabriela Minguez transporta el sofá de Barcelona a Budapest y viceversa. Un plano da eco al otro.

mORaj de Noemí Vilaró, realizado en Budapest también, intenta hacer lo opuesto. El más mínimo detalle para conseguir el significado más amplio. En este caso, el encuadre, la calidad de la imagen, la selección del lugar y la cortina dorada son elementos cuidadosamente combinados. Se busca, a través de una solución plástica, la sutileza de una atmósfera, evocando lo intangible. La luz a una cierta hora. El delicado movimiento. Múltiples temporalidades.

Para mORaj, Noemí Vilaró aprendió a tejer la cortina dorada que forma parte del vídeo. En la memoria se basa en la técnica de cinco agujas que aprendió de Jacinta. En Las piezas para hombro, Nathalie Schreckenberg da protagonismo al aprendizaje, y lo utiliza como herramienta. Al aceptar la imperfección del resultado, Nathalie consigue que el azar y la inexperiencia se conviertan en recursos, y en el proceso inicia una nueva práctica en su obra personal. Si mORaj está vinculada a la densidad de los espacios aparentemente vacíos y a su memoria, Il Susurro dell’ulivo traslada este mismo interés a la naturaleza, recreando el espacio sonoro de un olivo con más de dos mil años de vida. Al registrar el sonido de este árbol monumental, Miquel Ollé nos hace recorrer un espacio de reflexión de un carácter casi místico.

Oceànica comparte esta atmósfera introspectiva. En este caso el punto de partida es el cuerpo de Esther Pi. 1.345 dies nos habla del uno a partir de los otros, mientras que Oceànica intenta dar una visión más universal, partiendo de su propio cuerpo. A partir de un molde, el material que compone la pieza, casi como una gasa, crea un aspecto flotante y de ligereza. Es una pieza efímera y frágil. El papel japonés se descompone y se arruga con facilidad. Aún así, la pieza tiene una presencia expansiva.

Por otro lado, Ver Para Leer de Carles Piera utiliza la aglomeración de objetos para trabajar el espacio. Es un trabajo de edición en el cual los objetos son el medio. A diferencia del trabajo de Noemí Vilaró y Miquel Ollé, esta pieza utiliza el espacio no como punto de partida, sino como terreno de juego, y en lugar de que el espacio nos dirija a la introspección, se convierte en símbolo de un estado interior, estado irreal pero cargado de cierta nostalgia, que nos cuenta historias enigmáticas y secretos directamente al oído.

En las Transformaciones de Selva Aparicio la ficción está implícita en las obras, y no se construye una narrativa única de unión. No existe una intención de engaño o engañar, sino de reinventar. Los fragmentos orgánicos que componen cada pieza hablan por sí solas, y el visitante puede construir su propia historia. Cada pieza está creada con la delicadeza de la orfebrería. Es una serie, pero cada pieza es única e irrepetible. Efímera y frágil como Oceànica, un imaginario personal como Mr. Punch. Estas pequeñas quimeras son el resultado de combinar elementos, creando una criatura a partir de otras.

Los rompecabezas y los lenguajes secretos forman parte de José Antonio, la animación de Marta Vilches. En esta pieza, el eje central se basa en la comunicación entre hermanos, casi espejos el uno del otro. Debido a que padecen del Síndrome Savant, han vivido toda su vida en una institución, incapaces de comunicarse con otros. Idénticos en aspecto y en su percepción del mundo exterior, viven una vida totalmente compenetrada y hermética que sólo ellos conocen.

Remontoir de Judit Armengol, es una animación que, al igual que la exposición en sí, da saltos conceptuales entre personajes e ideas. Con la lógica del sueño, una bailarina se convierte en un pájaro, un árbol crece dentro de tu cabeza.

 

El equipo comisaria

Gabriela Mínguez, Alán Carrasco i Andrés Bartos Amory

 

Organitza

Escola Massana Centre d'Art i Disseny

La Capella

 

Colabora

Cafè Schilling

 

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